En personas sin diagnóstico la medición de la glucemia suele incluirse en cualquier analítica de sangre u orina que se obtienen en ayuna.
Si hablamos de personas ya diagnosticadas de diabetes, éstas deben realizarse cada mañana al levantarse y antes de desayunar la medición de los niveles de glucosa en sangre. Para esto deben utilizar un glucómetro, en el que se introduce una tira reactiva impregnada con una gota de sangre que se obtiene mediante un pequeño pinchazo en un dedo de la mano, él cual proporciona el resultado en apenas unos segundos.
Existen otras pruebas, como la de tolerancia a la glucosa oral o la de la hemoglobina glucosilada los cuales se reservan para casos concretos, como pueden ser los pacientes diabéticos no controlados o las mujeres embarazadas con riesgo de desarrollar una diabetes gestacional.
Recuerda que si ya eres un paciente diagnosticado con diabetes es de suma importancia él tener controlados tus niveles de glucemia así como él control periódico con tu especialista.