Con los alarmantes índices de obesidad infantil y enfermedades cardiovasculares a nivel mundial, se ha masificado la intención de mejorar la calidad de vida y adquirir hábitos saludables, sobre todo en alimentación. ¿Qué es realmente una vida saludable? ¿estamos haciendo realmente lo mejor para nuestro organismo?

Un estilo de vida saludable está conformado por la alimentación, el ejercicio físico, la prevención de la salud, el trabajo, la relación con el medio ambiente y la actividad social. Si tu motivación es cambiar y mejorar drásticamente tu calidad de vida, te entregamos algunos consejos nutricionales:

  1. Controla las porciones. Cada organismo necesita distinta cantidad de calorías, por lo que es de suma importancia consumir las porciones adaptadas a las características de cada persona. Para ello, se considera la actividad física y laboral de cada paciente, adaptando las porciones a su gasto calórico. Por ejemplo, un obrero no puede tener la misma pauta alimenticia de un administrativo.
  2. Consume Frutas y Vegetales. En nuestra dieta debemos incluir al menos 5 porciones de frutas y vegetales. Son alimentos ricos en fibra, vitaminas y antioxidantes. Recuerda consultar con un especialista las cantidades y variedades recomendadas.
  3. Distribuye adecuadamente las comidas diarias. El cuerpo consume energía durante todo el día, así que debemos suministrar nutrientes de forma regular. Lo ideal es realizar 5 comidas al día (desayuno, colación, almuerzo, once y cena), cuidando las porciones de carbohidratos y grasas.
  4. Tomar Agua. Beber agua es fundamental. La cantidad recomendada varía en función del nivel de actividad, pero se aconseja un mínimo de dos litros de agua para mantener una adecuada hidratación. Recuerda que una buena hidratación ayudará a mantener una digestión saludable y a eliminar toxinas de manera más eficiente.
  5. Comer despacio y masticar bien los alimentos. Además de que podremos saborear más las comidas, comer lentamente nos dará una sensación de saciedad y facilitará nuestra digestión.
  6. Evitar el consumo de comida chatarra.A pesar de tener un buen sabor, no aportan la calidad de nutrientes necesarios para una buena salud. Son alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares, por lo mismo incrementan el riesgo de padecer diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares, entre otras.
  7. Consumir pescado al menos 2 veces por semana. Se recomienda el consumo, en especial del pescado azul (sardinas, salmón, atún, etc.), porque aportan proteínas de alta calidad nutricional, vitaminas D, minerales y Omega-3 (un tipo de grasa que tiene efecto protector a nivel cardiovascular). No se recomienda el consumo de pescados en su versión enlatada.
  8. EXTRA: Consumir legumbres una vez a la semana. Cuando consumas legumbres recuerda beber jugo de naranja, limón o algún cítrico, de esta forma estarás potenciando su aporte en proteínas y hierro.